El diccionario es un instrumento al que recurrimos para
determinar el significado de una palabra que desconocemos cuando nos
falla la utilización de otras claves (contextuales, gramaticales...).
Es, por lo tanto, una herramienta útil para la comprensión lectora y la
adquisición de vocabulario (Cooper, 1986). Sin embargo, estudios
recientes realizados por Miller y Gildea (1987) nos ayudan a matizar la
afirmación de Cooper. Estos autores, en una investigación sobre la
adquisición de vocabulario han demostrado que los niños aprenden con
facilidad nuevas palabras cuando las oyen en su contexto, pero que, sin
embargo, tropiezan con grandes dificultades para aprender palabras
nuevas mediante el diccionario, ya que su uso suele ocasionar
interpretaciones erróneas. Además, estos estudios nos muestran cómo el
uso de los diccionarios tampoco tiene mucho éxito en el proceso que
realizan los niños de Primaria para deducir el significado de una
palabra en un texto, eligiendo entre las diferentes acepciones que les
ofrece el diccionario. Y es que el diccionario cumple, en mi opinión,
una función subsidiaria respecto a otras actividades lingüísticas en el
aprendizaje de vocabulario. Esto es, nadie aprende a hablar ni a
escribir a fuerza de diccionario, pero sí que nos proporcionan
informaciones diversas que no nos aportan otras situaciones de
aprendizaje (dudas de carácter fonético, malentendidos debidos a la
polisemia, y, también, la adquisición de nuevas palabras) y que
consolidan y amplían nuestro conocimiento.
http://www.grao.com/revistas/aula/002-la-expresion-escrita--tipos-de-proyectos-y-trabajo-en-equipo/los-diccionarios-en-el-aula
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